Comienza con un video de alguien mostrando cómo practica algún juego de computadora. Luego nuestro hijo (sobrino, amigo, pequeñín) empieza a seguir a este jugador y pronto está comentando qué hizo o qué dijo.

Un youtuber es simplemente alguien (generalmente joven) mostrando alguna cualidad que le permite entretener a un público específico. Casi siempre es a través de la página de Youtube y de allí viene el nombre.

¿Es eso algo malo?

Claro que no. Siempre han existido personas dedicadas a entretener a otros a través de cualquier medio disponible. Radio, TV, Internet son solo extensiones de nosotros mismos y de nuestra realidad. El problema viene dado por la naturaleza misma de la red: existe un lado amable pero también un lado oscuro, donde pueden mostrarse mensajes racistas, homófobos o de odio.

¿De qué vive un youtuber?

Es muy sencillo. Cada vez que vemos un video en Youtube, éste nos muestra alguna publicidad. Un youtuber está suscrito a la plataforma publicitaria de esta página. Quizá ganen menos de un centavo por video reproducido, pero cuando lo multiplicamos por millones de visitas, ya las cuentas empiezan a subir.

Es probable que un youtuber con unos pocos videos gane más en un mes de lo que nosotros podríamos ganar en uno o dos años. Por eso un youtuber debe tener siempre su canal con contenido actualizado.

Además de que este puede crear y promocionar su propia “marca” (su nombre) y lanzar proyectos como libros, accesorios, ropa, etc., que le permiten generar más ingresos.

¿Los youtubers son malos para niños?

Siempre ha existido la curiosidad natural de los niños cuando se abren a un mundo que no conocen. Allí, por ejemplo, se dan cuenta cómo se juega algún videojuego que no tienen y sienten la “necesidad” de verlo. Muchos de los youtubers dan consejos de cómo vestirse o reaccionar ante determinada situación, lo cual es bueno y, en cierta medida, hasta beneficioso. Pero cuando se convierte en algún tipo de obsesión y se pasa más tiempo en Youtube que haciendo las tareas o los deberes, hay que prender las señales de alerta.